Podemos usar una Mezcla Heterogénea a diario, según distintas actividades y tareas que son parte de nuestra rutina de vida. Las mismas son frecuentemente estudiadas por expertos científicos que se enfocan en todos los fenómenos del planeta y sus curiosidades.
Se distinguen de otros tipos de mezclas debido a las propiedades de sus elementos y cómo estos actúan entre sí. Estos son los que le dan su definición dentro de la ciencia, además de la clasificación según sus componentes esenciales.
Aprende con nosotros sobre la Mezcla Heterogénea y cuáles son sus fundamentos básicos e importantes dentro de la vida diaria.
¿Qué es una Mezcla Heterogénea y cómo la reconocemos?
Una Mezcla Heterogénea es aquella que está compuesta por sustancias que no se fusionan para crear una sola materia final. Los elementos no poseen las características físicas o propiedades que les permiten unirse para que no se diferencien con facilidad.
Las sustancias que se utilizan para intentar hacer la mezcla no se pueden vincular de forma química por sus especificaciones. Al intentar unir estas sustancias mencionadas, no se produce una reacción química en específico, aunque las mismas pueden ocasionarla luego.
Se considera heterogénea porque los elementos que la componen se pueden distinguir entre sí y a simple vista, sin ayuda. No necesitan de un proceso químico de separación de elementos para que se pueda descomponer en distintas partes y sustancias.
Puede estar compuesta por elementos que se encuentran en las distintas formas naturales de la materia, sin que se complementen. Los estados de la materia son sólidos, líquidos o gaseosos y no hay normas específicas para intentar mezclarlos entre ellos.
Las mismas se clasifican en gruesas o en suspensiones, según el tamaño de las partículas y cómo estas se comportan. Las gruesas son aquellas mezclas que el tamaño de las partículas presentes se puede apreciar fácilmente y a simple vista.
Las suspensiones tienen la mayor densidad de partículas presentes en el fondo de la mezcla.
Detalles adicionales importantes, usos y otras características
Un ejemplo muy frecuente de una mezcla heterogénea es el hormigón, que se encuentra en obras de infraestructura y arquitectura. El mismo está compuesto de cemento, agua y tierra o piedras, que forman una pasta que fija ladrillos o similares.
También está el clásico agua con aceite, que pudimos haberlo visto con frecuencia en experimentos de la escuela, cuando niños. El agua y el aceite no se fusionan porque el agua tiene cargas en sus moléculas, a diferencia del aceite.
A diario encontramos una mezcla heterogénea fundamental que muchas veces no la consideramos de esa forma, y es la ensalada. Tiene varios componentes que no pueden fusionarse encontrándose en su estado sólido, por lo que son distinguibles a simple vista.
De igual forma está el engrudo, que cuando está quieto sufre fácilmente un proceso de decantación de sus componentes materiales. Esto se debe a que los mismos no pueden fusionarse, por lo que hay que agitarlos antes de poder usarlos.
Por último, están el aire y la gasolina, luego de que esta última sea quemada por un proceso de combustión. Dicho proceso genera energía, que produce gases que no se pueden fusionar con el aire, y estos se pueden distinguir.
Así ya conocemos cómo se clasifican las mezclas heterogéneas de las homogéneas por sus características.